El sentido de la audición es esencial para el desarrollo del lenguaje oral y para la comunicación y el bienestar físico y emocional. El sistema auditivo se encarga de que podamos escuchar los estímulos sonoros, pero está expuesto a numerosos factores dañinos, desde el desarrollo embrionario y a lo largo de toda nuestra vida, tales como mutaciones genéticas, problemas en la gestación y el parto, infecciones, ruidos intensos, sustancias tóxicas, etc. Generalmente, estos daños en el sistema auditivo son irreversibles y conducen a la pérdida auditiva crónica, que dificulta enormemente la comunicación y afecta a nuestra calidad de vida, especialmente en niños y ancianos.Aunque existen dispositivos médicos que permiten restablecer la audición, no están indicados para todos los pacientes, tienen aún ciertas carencias técnicas y son inaccesibles económicamente para muchos pacientes. La investigación en pérdida auditiva trata de encontrar nuevas soluciones a este problema, que afectará a un 25% de la población mundial en 2050.