Todas las células se mueven utilizando su esqueleto interno -citoesqueleto- de manera controlada, de manera similar a como una persona se mueve coordinando sus músculos y huesos. Este movimiento o migración celular es clave durante el desarrollo embrionario para, por ejemplo, la formación de órganos. La migración celular es clave, posteriormente, para el funcionamiento del sistema inmune y la reparación de heridas, entre otros. El citoesqueleto también controla cómo las células se dividen y crecen. En las células tumorales se altera el control del citoesqueleto, y esto explica, en parte, por qué las células tumorales crecen sin control y se mueven a otros órganos para formar tumores secundarios o metástasis. En esta conferencia hablaremos de estos mecanismos, y de cómo, además, el citoesqueleto también ayuda a las células tumorales a escapar de los tratamientos anti-tumorales. También hablaré sobre mi trayectoria como investigador y la carrera científica.