Uno de los problemas más fascinantes de la biología es cómo de una única célula surge un organismo completo. Los procesos por los que las células se van diferenciando correctamente en el momento y lugar precisos son la base de la biología del desarrollo. Además, esos mismos genes y rutas de señalización que operan durante el desarrollo embrionario están implicados en el equilibrio de los tejidos adultos y pueden ser causa de enfermedades cuando funcionan mal.